
Altos, bajos, delgados, gordos, chico, chica, pelo corto, largo, con barba, camisa o camiseta, vestido, falda... es sorprendente el resultado que se puede llegar a conseguir.
Recuerdo la cena en la que una amiga nos enseñó cómo nos había hecho a todos y cada uno de nosotros. Las risas que hubo están por descontadas, y es que nos había clavado.
